viernes, 8 de julio de 2011

Edmundo López Bonilla: LAS VERDADES DE PEROGRULLO


LAS VERDADES DE PEROGRULLO
Edmundo López Bonilla

El sábado 2 de julio de 2011, se lee en la portada de “El Sol de Orizaba”.  SE LANZARA UNA GRAN CAMPAÑA  Acuerdan Duarte y Solalinde proteger a migrantes en Veracruz”. Sin faltarle al respeto al gobernador Javier Duarte de Ochoa, —porque un gran veracruzano me enseñó que: “No se debe callar por respeto, lo que con todo respeto se puede decir”— el reportero que formuló la nota está equivocado. El gobernador de Veracruz en un gesto que le honra sobremanera, y supongo que con él, todas sus instancias gubernamentales y el pueblo veracruzano, se unen a la campaña de protección de inmigrantes que el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, como cristiano consciente de su apostolado, asumió desde hace algún tiempo en el estado de Oaxaca, como coordinador del albergue de inmigrantes Hermanos en el Camino, en la ciudad de Ixtepec, Oaxaca.

Labor comprometida y riesgosa, tomando en cuenta la cantidad de personas arrojadas de sus países por el “modelo” neoliberal. México es el último territorio que esa corriente humana debe salvar para llegar a los Estados Unidos de Norteamérica en busca del tan mentado “Sueño Americano”. Y en alguna parte de esa ruta, que es la ruta de “La Bestia”, como le llaman los mismos inmigrantes al ferrocarril, hay un recinto no solamente de esperanza, sino de ayuda efectiva. El sacerdote Solalinde Guerra se echó a cuestas la labor de ser Cónsul de los expatriados por motivos en su mayoría económicos. Pero la  ruta   de “La Bestia” está plagada de peligros, de corrupción, y a la carga física de sufrir las incomodidades de viajar en un medio inapropiado, al temor por sentirse culpable de estar infringiendo leyes desconocidas, a la nostalgia, al calor o el frío, a las tormentas, la sed, el hambre, el cansancio, el sueño no satisfecho, el desamparo, el mismo peligro que el tren en movimiento representa, se unen la amenaza del secuestro y la extorsión, los malos tratos de la policía: real o suplantada, e incluso la muerte. Y esto no es ningún invento.

Don Alejandro Solainde Guerra, fiel a su causa, no se cansa de tocar puertas. El reportero Alejandro Gutiérrez, de la revista Proceso No. 1797/ 10 de abril de 2011, nos informa de una gira, que como miembro de: “Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana del Episcopado Mexicano” llevó a cabo por Europa y el noreste de África. En una entrevista efectuada en Madrid dice al reportero, haciendo balance de su viaje:

“Me ha servido para saber que nuestros esfuerzos por proteger a los migrantes tienen apoyos y observadores entre organizaciones civiles de muchos países y también en instancias internacionales.

“Pero también me llenó de tristeza, frustración y desilusión el papel de los 20 cosmetólogos del gobierno de México que vinieron a Ginebra a hablar ante la ONU de un país que no es real, ese que describieron no existe porque afirman que se respetan los derechos humanos, incluidos los de los migrantes, que no hay impunidad y que los retos se han solventado.

El reportero pregunta:

—Tras cinco años de lucha, con los secuestros de migrantes creciendo y enfrentándose a la negligencia del gobierno, ¿qué balance hace del gobierno de Calderón?, ¿puede hacer algo en el año de gobierno que le queda o pasará como el presidente antiinmigrante?

—Ya es demasiado tarde para cambiar las cosas. Él y todos (los políticos) están enfocados a 2012 (…); lo único que esperaría es que no obstaculicen ni dilaten la nueva ley migratoria (…).

—Usted es hombre de fe, pero…

—Tengo que serlo, pero francamente no hay mucha tela de dónde cortar. Felipe Calderón ha sido un presidente antiinmigrante. Tengo mucho con qué argumentar: su amiga de la infancia, María Mercedes Gómez Mont, hermana del exsecretario de Gobernación, como delegada del Instituto Nacional de Migración (INM) en Oaxaca hizo sufrir mucho a los migrantes y a nosotros (el albergue). Y ahora la tenemos como delegada en Chiapas. (A  la pregunta del reportero de por qué esa situación le provoca desazón, Alejandro Solalinde contesta): Los mayores atropellos a los derechos de los inmigrantes se dieron cuando ella  estuvo en el INM de Oaxaca, aunque nunca lo reconocerá. Esquemas terribles, operativos con armas, algunos con la policía de Juchitán, con la Marina y policías de Migración, siempre con muchos migrantes heridos (…). Más adelante afirma: “Tengo razones de sobra para que ella no me acepte, pero llegó al grado de ordenarle a un subdelegado de Migración que me arrestara (…) El funcionario le respondió que no había motivo para ello, porque yo no era un traficante de personas y además era mi amigo, entonces Gómez Mont le ordenó presentar su renuncia en ese mismo instante, como sucedió”. El reportero Alejandro Gutiérrez, abunda: “No es el único caso: Solalinde desmenuza con nombres, fechas y detalles precisos el montaje de que fue víctima para implicarlo como “traficante de menores centroamericanos” ordenado “desde las cañerías de la Secretaría de Gobernación con Gómez Mont”.

En un periplo que se inició en las Islas Canarias; pasó al noreste de África donde tuvo contacto con inmigrantes subsaharianos que desean llegar a las costas europeas; llegó a Italia y tuvo diálogos con autoridades, activistas pro inmigrantes y miembros de la Iglesia católica e inmigrantes de Libia y Túnez expulsados por la guerra  en el mundo árabe. En Ginebra, Suiza, los  días 4 y 5 de abril, se reunió con el Comité de Derechos de los Trabajadores Migrantes de la ONU. Ahí dijo “que en 2010 hubo 11 mil secuestros cometidos por Los Zetas, la Mara Salvatrucha de Honduras o los policías oaxaqueños (y que) su albergue tiene documentados 362 secuestros, la mayoría masivos”. Después de una explicación sobre los informes por él proporcionados a dicho Comité, el sacerdote explicó a los comisionados que Felipe Calderón promovió una propuesta de Ley de Migración que el Senado pudo modificar y quitarle “los artículos más terribles (…). Les expliqué que ésta no era muy distinta de la Ley Arizona, porque un artículo propuesto por el Ejecutivo, el 26, le daba facultades a la Policía Federal como coadyuvante en cualquier lugar del país y en cualquier momento (…) el artículo 115 penalizaba al inmigrante que pidiera trabajo y al contratante, y finalmente nos castigaba a las casas-albergues que los acompañáramos y orientáramos en sus gestiones de regularización.

El día 24 de mayo Felipe de Jesús Calderón Hinojosa,  promulgó la “Ley de Migración”. En nota de El Sol de Orizaba, escrita por Bertha Becerra (OEM-Informex) se informa: “Al promulgar la nueva Ley de Migración, el presidente Felipe Calderón afirmó que es una legislación avanzada que privilegia el respeto y la protección de los derechos humanos. Es una legislación que parte de la dignidad humana del migrante, independientemente de su nacionalidad. Y obliga contar con autoridades migratorias honestas, responsables y comprometidas, porque es ofensivo e inadmisible que participen en la violación de los derechos humanos o que se coludan con los delincuentes”.

En la reunión en la  ciudad de Xalapa, el día 1° de julio, el gobernador de Veracruz y don Alejandro Solalinde Guerra —según la nota citada al principio del artículo—, se acordó trabajar  en conjunto para paliar la situación de hombres, mujeres y niños que tienen necesidad de viajar al país norteño. Javier Duarte de Ochoa, prefiguró una campaña de protección a los inmigrantes “donde participarán tanto iglesias de todas las denominaciones, como universidades y en general, todos los veracruzanos”.

Eso es un aliciente para tanta gente preocupada por este fenómeno. Saber por ejemplo, que Norma Romero Vázquez y las doce mujeres más que conforman el grupo de “Las Patronas” de Amatlán, guisarán, prepararán los “lonches”, llenarán botellas con agua y las unirán de tres en tres, y no sentirán ya la angustia de estar violando la ley, como antes les habían dicho. Y que no sólo en la región, sino desde el río Tonalá, hasta donde las vías del ferrocarril toquen los límites con el estado de Puebla, y en todo lo largo y ancho de Veracruz, esas personas que están en camino a lo que piensan es su redención, no sufran mengua en su integridad física y mucho menos en su dignidad.

El compromiso es grande y reviste gravedad, porque más allá de la buena intención están los intereses del rico país que no acaba de entender que la mano de obra de esos “ilegales” es parte del sustento de su economía, y los apetitos del crimen que campea a lo largo de México. ¡Cuánta humildad necesitarían los gobiernos ensoberbecidos por el poder, para atender las palabras plenas de peso humano del poeta argentino Rafael Amor: No me llames extranjero/ porque haya nacido lejos/ o porque tenga otro nombre la tierra/ de donde vengo. // No me llames extranjero/ porque fue distinto el seno/ o porque acunó mi infancia/ otro idioma de los cuentos.// No me llames extranjero/ si en el amor de una madre/ tuvimos la misma luz/ en el canto y en el beso/ con que nos sueñan iguales/ las madres contra su pecho. // No me llames extranjero/ ni pienses de dónde vengo. / Mejor saber dónde vamos,/ a dónde nos lleva el tiempo.// No me llames extranjero/ porque tu pan y tu fuego calman/ mi hambre y mi frío/ y me cobija tu techo.// No me llames extranjero/ Tu trigo es como mi trigo,/ tu mano como la mía,/ tu fuego como mi fuego,/ y el hambre no avisa nunca,/ vive cambiando de dueño.// Y me llamas extranjero,/ porque me  trajo un camino,/ porque nací en otro pueblo,/ porque conozco otros mares,/ y un día zarpé de otro puerto.// Si siempre quedan iguales/ en el adiós los pañuelos/ y las pupilas borrosas/ de los que dejamos lejos/ los amigos que nos nombran/ y son iguales los besos/ y el amor de la que sueña/ con el día del regreso. // No, no me llames extranjero./ Traemos el mismo grito,/ el mismo cansancio viejo/ que viene arrastrando el ser humano/ desde el fondo de los tiempos/ cuando no existían fronteras/ antes que vinieran ellos:/ los que dividen y matan,/ los que roban, los que mienten,/ los que venden nuestros sueños,/ ellos son los que inventaron/ esta palabra: ¡Extranjero!// No me llames extranjero/ que es una palabra triste,/ que es una palabra helada,/ huele a olvido y a destierro.// No me llames extranjero. Mira/ tu niño y el mío,/ cómo corren de la mano/ hasta el final del sendero.// No los llames extranjeros./ Ellos no saben de idiomas,/ de límites, ni banderas. Míralos,/ se van al cielo/ con una risa paloma/ que los reúne en el vuelo.// No me llames extranjero./ Piensa en tu hermano y/ el mío,/ el cuerpo lleno de balas/ besando de muerte el suelo.// Ellos no eran extranjeros,/ se conocían de siempre.// Por la libertad eterna/ igual de libres murieron.// No me llames extranjero./ Mírame bien a los ojos/ mucho más allá del odio,/ del egoísmo y el miedo,/ y verás que soy persona.// ¡No puedo ser extranjero!

5-6 de julio de 2011

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